Alabanza última
Música donde esperarte sin ojos,
el aire obsesiona mueve comulga
a música numerosa.
El árbol crece hacia el aria,
hacia tentaciones de sonido
y mil de cuerda,
y las hojas suenan como tu voz
de diámetro definitivo
cuando el aire rueda.
Oigo otro vocabulario,
salmos abiertos
y alabanza última.
Como intuir Albinoni
por una puerta verde,
por un árbol afinado,
sobre un solo pie de equilibrio
de pájaros sin estar.
Es la noche una totalidad de árbol,
sexualidad de arpa,
y el tiempo pasa afín a viento
aunque no mueva las hojas.
Si
hoy prometiera decena de viento