La edad de oro, ventana hacia el pasado
Reseña del libro La edad de oro, de
Luis Rico Chávez
Luis Rico, con un lenguaje directo y la sencillez de un
diálogo, logra estructurar la imagen encantada de aquellos sueños
fantásticos, encaminados al mundo mágico de la curiosidad,
en donde todo niño se encuentra inmerso.
Los personajes que toman parte en esta acción
son los niños y el autor; quien poniéndose a sí mismo
como un niño más, cuenta nuestras propias historias.
La edad de oro, título tomado de la mitología de las culturas de la antigüedad, es un texto dividido en cuatro partes, cada una de ellas tiene una característica común; así, la primera nos lleva a descubrir que un libro para niños es el que logra edificar una acción en beneficio del alma infantil, sin olvidar la importancia que tienen los sentimientos. Resalta la realidad mágica de un mundo distinto donde podemos encontrar cosas insospechadas y entender la sencillez tan compleja de las cosas cotidianas, donde el cielo y la noche tienen muchas cosas que contarnos.
En la segunda parte, más relacionada con los miedos forjados por nuestra imaginación, el autor, con gran sensibilidad, relata los sucesos dolorosos de actos que sí son verdaderamente monstruosos como la cacería, las corridas de toros, las peleas de gallos, peleas de perros, en fin, todo aquello que nos lleva a la destrucción de la naturaleza, en donde el hombre es el tirano y el depredador más terrible y egoísta, y que va a terminar por destruirse a sí mismo.
En la siguiente sección, mucho más enfocada al trabajo literario, nos da reglas para leer, entender y escribir poesía, pasando por lo que es ritmo, rima, métrica y el verso libre. Nos introduce, también, al conocimiento de otros géneros como el teatro con El arca de Noé (antología infantil) de Emilio Carballido, que contiene trece obras de teatro de autores americanos, en donde el niño, al leerlos, debe ver qué hacen y qué les pasa a los personajes. Otro género es el cuento con El ratón del supermercado y sus primos del campo, de Jorge Ibargüengoitia, y afirma que el humor es uno de los rasgos más notables de sus obras; de José Martí resalta el artículo "Tres héroes", de la revista La edad de oro; y de Jack London "Por un bistec", texto interesante para saber cómo era la vida de los aventureros y la importancia y trascendencia del boxeo en el siglo XIX.
La última parte es una invitación para leer
a los clásicos, y sumergirnos en esa ilusión quimérica
de ingeniosos imaginativos. El ejemplo es del italiano Luigi Malerba con
el cuento Pinocho con botas, donde mezcla las historias de Pinocho, Caperucita
y el Gato con botas. Además, intercala, como visiones fantásticas,
algunas anécdotas escolares, repletas, todas ellas, de ese hechizo
mágico de nuestros primeros años, es decir, la edad de oro.
La edad de oro. Ensayos de literatura y ciencia para niños,
Luis
Rico Chávez ,
Sistema de Educación Media Superior Universidad de Guadalajara, México, 1999 Colección Punto de Partida |
Correo electrónico del autor del libro, Luis Rico Chávez: lricoch@hotmail.com