Gabriel Lerner
gabrielerner@hotmail.com
 
 
 

COMPARACIONES DE LA MUERTE


a mi compañera Maythé Rueda


Morir sería como estar flotando
revolcado en sábanas vegetales
esta cama cierta y negra y maga y tuya
alienado entre el cieloraso y agua que no cesa
desde la cristalina efigie de tu boca
tenso el cuello y a punto de esfumarse
por el reverso lado oscuro de mis dientes

podría morir ahora flotando en esta cama negra
pero prefiero sumergirme en un inventario de llegadas y reveses
alimentar cierto tipo de intento saturado de silencio
por eso piso la losa fría de tanto llorar que no me dejes
y revivo la escalofriante glaciación de los mensajes
y sueño con la viva condición de un momento que se asiente
se afirme y me convenza que estamos juntos
al ver tu cuerpo en cruz crispado por acallar los malos sueños
y a las mañanas augurarte que descanses que descanses
y besar tu oreja sin despertarte en señal de mi partida

oh espejo cama espejo   tibio duro inmenso salvaje
nube a punto de madurar y dar frutos
late la cama espejo espejo y se contrae como útero
late la cama espejo y me muero un poco
cuando tu pierna me abarca y levanto

sería morirme agitar los brazos lerdos como caña de pescar
te digo soy un coleóptero al sol
me cosquillea el levísimo peso de las alas
atormenta el recuerdo de su fragor de hélices
y es inevitable que me estire empapado de un líquido primario
me estiro insecto tardío arrebatado de goce ante tu embestida

o bien es tu mano que se extiende y que cubre mi frente
acallas un clamor que me cruza por el pecho
y me encomiendo al intento sincero de seguir viviendo
al mencionar los nombres de tus dioses nuevos
espesos vapores de mi raza o historias macabras
o los dioses nativos dueños de la luna y el sacrificio
o rodar por el piso líquido de la sala hecho cucharita
o esconderme como chicle pegado
                        al pupitre de mi primera escuela

y si me duele el pecho
pronuncio para adentro las palabras mágicas
nada    todavía no vengas       todo va a estar bien
le digo a la muerte que temo vivir incierto y pesadumbre
y puede que entonces llegue la hora
una sola vela más titile y destile lágrimas
barras de dinamita diminuta revienten
mi piel en escamas de poros abiertos y brillo de adioses
por fin cerrar el circuito digital de los Debes
y ya no más potros que te arrojen por el aire
ni infelices que disfracen sus pequeñas maldades de proezas
ni la tristeza de arrastrarse por centavos
o converger en la fauce endeble
                de mi horror propio y vago como niebla

morir           vivir
estirar el brazo izquierdo y encontrar toda tu extensión a mi lado
en el reverso de tu puño
acariciar la planicie sobrecogedora de tus piernas
repetir la fórmula antigua que clausura la noche
y te deja a merced de recuerdos y terrores
alguna vez visitaré tu sueño
abrazaré tu viscosa pesadilla con mi alma cortada
por el desasosiego
alma en desuso de mal hombre
y yo seré aquel día de color casi transparente
        entrando por la puerta de tu íntima carpa
por toda la llanura de tu miedo entrecortado
y ataré los cabos del dolor con un abrazo adormilado
la panacea perfecta y poderosa de los fuertes los que aman
para prevenir que regresen los jinetes ensañados
y que atropellen con sus coces tu ternura de terruño

morir o vivir
o acudir a ver qué es lo que hacés      con quién hablás
mientras el reverso de tu puño
agita dos dados de buena suerte en un vaivén
o bien que caen pegajosos uno a uno
cinco-dos       cinco-seis      doble cuatro
y entonces es algarabía y el sabor
dulce y pesado y adictivo de estar vivo

morir o vivir en vaivén         flotando los dos
sobrevolamos andenes de terrones         pan de tu tierra
cilantro sabores nuevos de nuestra cocina
licuado de mango licuado de papaya

el goce en el fondo de un vaso
de cristal alto y brillante como un hombre bueno
almacenes de leche cremosa vegetal
almacenes de ternura    vagones de abundancia
tras el nácar de tu vientre
atiborrados     glotones        un lujo
es un lujo como nos estamos amando
simple e increíble como el día que sigue
simple e increíble como el día que sigue

y alargando el brazo izquierdo rozo
uva redonda sin semilla en mi lengua
la sombra de los pétalos de tus senos
proyectados con licencia de ave buena
recorro con limpieza de puro aceite
tus senos nuevos y directos
entre dedos derretidos o mis pestañas o mis labios

crece el bosque acá se hace espesura
la comisura de mi boca en la restauración de mi potencia
sin estaciones intermedias
...ni pasos de ferrocarril
ni recovecos
...ni asfalto estancado en el recuerdo de una lluvia
ni renovación de mis poemas
crece el bosque espejo cama negra late
se magnifica y retira marea por el orificio del placer
se contiene en un atadito de pobre
entre el índice y el pulgar
bosque sin mar bosque sin cielo desconsolado
madera verde a lo lejos sin deforestación  ni incendio
ni más agua que la que traje al mundo
y me largo a caminar entre tus piernas
tuyo    apasionado      yo

agua agua agua agua
morir   vivir   un poco
estalla otra barrita azul y explota
por detrás de tu espalda
me convierto en semilla de hombre
cúmulo misterioso de alternativas y esperanzas
lamo la sal de tu piel
el polvo plomizo ya se asienta en nuestra casa
preparo una sopa judía para pasar el primer invierno
y también quizás la paloma ajena y distraída y de otro
en el patio del museo del mundo de los grandes.
 

Courtleigh Drive,
 4 de octubre de 1998

Gabriel Lerner

Datos Biográficos

Nació en Buenos Aires, Argentina, vivió en Israel y reside en Los Ángeles, California desde 1989, donde trabaja para el diario La Opinión de esa ciudad. Es poeta, novelista y cuentista. Se dedicó al periodismo y cubrió varias guerras como corresponsal de estaciones de radio y periódicos de España, Argentina y Estados Unidos. Fundador y editor en jefe de la Editorial Alfil, en Tel Aviv, 1980-1989. Dirigió el semanario Tiempo, Tel Aviv, 1981-1984. Fundador y editor de la revista literaria y cultural Alef, Tel Aviv, 1984-1988. Miembro fundador y primer secretario de la Asociación de Escritores en Lengua Castellana de Israel, 1985.

En Israel ha publicado la novela Soldados de Papel, 1983; antologado en la colección de poetas y escritores hispanos Ciclo, 1981 y en la antología de escritores extranjeros Ravkol, 1988. Por su colección de cuentos Hermanos entre nosotros ganó la mención especial del premio literario Arturo Capdevila, 1985.

En Los Ángeles, fue antologado en Cuatro Poetas de Los Ángeles, 1998. En diciembre de 1998 aparecen dos exponentes de su obra en prosa en la gigantesca antología El Gran Libro de América Judía. Participa en la actividad cultural en esta ciudad a través del grupo literario Utopía. De su obra inédita las novelas breves Helsinki, Teatro de Títeres y Miembros Reunidos;  los poemarios Poemas de Despedida y Poemas   Maytheanos y la colección Cuentos de Los Ángeles



 
 

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